Sombra mía (2)
En la cocina miro por la ventana; me
embeleso en el paisaje: las orillas del río, los álamos, el camino, y el valle,
verde y quieto. Yo preparaba la comida junto a la ventana para espiar tu
vuelta. Otras veces te esperaba sentada en el porche. Siempre venías a casa
andando por el camino del río.
Me envuelvo en la luz que se filtra a través
de los cristales; soy un puntito brillante de su halo. Junto a la chimenea, la
luz se proyecta en las baldosas y las tiñe de un amarillo dulce y reposado,
delimita sus perfiles, descansa sobre ellas y les presta brevemente algo de la
viveza que tuvieron.
Reencontrarnos con la sombra y pactar con ella, es importante. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, María José. y, a veces, es también inevitable. Un abrazo para ti.
ResponderEliminar