En la película Casablanca (1942), hay una escena donde el protagonista, Rick, bebe y rememora un momento ya lejano: París poco antes de ser ocupada por los nazis. Un tiempo feliz y ya perdido:
RICK
Envuelto en
melancólicas volutas,
te encomiendas al vaso en cuyo fondo,
empapado en alcohol,
late el recuerdo
de un París acechado de
crepúsculos.
Casablanca no existe.
En el fondo del vaso
queda siempre París.
Ilsa, París, As time
goes by
giran en el alcohol de
un vaso absorto
del que perpetuamente
bebes su recuerdo.
Y para ilustrar el poema, este dibujo mío:
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