jueves, 5 de junio de 2025

UN POEMA DE EMILY DICKINSON

 

LA SORTIJA

Con Emily Dickinson

 

En mi dedo tenía una sortija.

La brisa entre los árboles erraba.

El día estaba azul, cálido y bello.

Y me dormí sobre la yerba fina.

 

Al despertar miré sobresaltada

mi mano pura entre la tarde clara.

La sortija entre mi dedo ya no estaba.

Cuanto poseo ahora en este mundo

es un recuerdo de color dorado.



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