Por las venas heridas de la tarde
llegáis a mi memoria como entonces.
Porque es posible, si cierro los ojos,
volver a nuestra casa tan querida.
Serena tarde en mayo y en la colina, el viento.
Mi corazón rendido de nostalgia
sigue batiendo al viento las ventanas
y se demora bajo los dinteles
de esta casa que fue mi santuario.
Las hojas verdes vuelven primorosas
al sendero de plata de los álamos
y suena el agua en el curso del río
y vuelvo a pasear por sus orillas.
Detrás de la colina
sigo escuchando el mar
y las voces lejanas del ayer.
Después de todo. Editorial Dalya, 2023.
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