sábado, 30 de mayo de 2020

SOMBRA MÍA

Me envuelvo en la luz que se filtra a través de los cristales; soy un puntito brillante de su halo. Junto a la chimenea, la luz se proyecta en las baldosas y las tiñe de un amarillo dulce y reposado, delimita sus perfiles, descansa sobre ellas y les presta brevemente algo de la viveza que tuvieron.
 Sé que he pisado muchas veces estas baldosas, he colocado la leña sobre ellas antes de encender el fuego; he sacado la ceniza de la chimenea. Recuerdo el suelo tiznado y yo, agachada, frotándolo con un trapo húmedo. Luego me levantaba y lo miraba satisfecha. Las baldosas eran de un oscuro color rosado. Ahora un polvo sólido y antiguo las cubre y las oculta.

Sobra mía (Fragmento). 



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