Un poema que hice canción:
VERTIGINOSAMENTE
Va
partiendo la luz
de tus ojos en vela;
se va, trémulo y puro,
tu gesto en la
penumbra.
Los dedos enlazados,
urgidos de ternura,
ahora en la distancia
ahora en la distancia
apenas se perciben.
Se va cuanto vivimos :
los susurros, la risa,
los rostros encendidos
–luciérnagas los
cuerpos
en medio de la noche–;
todo lo que sentimos
vertiginosamente
tú y yo se va, se va:
“Quédate aquí conmigo”.
Se alejan tus palabras
como copos de tiempo
que el viento de los
días
dispersa y lleva lejos.
De Me remito a las sombras.
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