miércoles, 2 de enero de 2019

SEMBLANZA DE MI HERMANO


Mi hermano Manolo era sensible,  callado  y bueno. Respetuoso, amable y dulce con todos nosotros: con su mujer, Toñi, con sus hermanos; con la gente que lo trataba. Lo movía, por encima de todo, el amor por su hijo Mario: hubiera dado la vida por él.

Mi hermano era también un artista. En el color intenso de sus cuadros, en la forma delicada de sus trabajos de marquetería, estaba expresada toda la fuerza y la ternura de su mundo interior. En sus obras se encuentra su sentido estético hecho de contrastes, y,  además,  el mimo, la delicada factura,  la riqueza de detalles de alguien que siente un gran amor por lo bello del mundo. Nos ha dejado en sus cuadros y en sus objetos, preciosos, la gran sensibilidad que atesoraba.

Tenía el gesto dulce, la palabra justa. Una leve inclinación de cabeza al escucharte, una voz serena, que te hacía sentir bien. Era capaz de trasmitir en el tono de su voz, en sus palabras, su delicadeza y el afecto que nos tenía. Siempre te ibas contento de su lado. Siempre te ibas mejor.

Para nosotros, su familia, es insustituible. Su pérdida es una herida profunda que no podremos cerrar. Mi hermano nos faltará todos los días. Y aunque ahora duerme sobre una colina, su voz, su gesto dulce y claro, su sonrisa nos quedarán para siempre en el corazón y en la memoria.


   


Así, como en esta foto, te recuerdo siempre: sonriendo, esplendoroso y lleno de esperanza. 

2 comentarios:

  1. Te abrazo en tu dolor, Isabel. Un beso grande con todo mi cariño.

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